Desde el 10 de abril, cuando miramos hacia la ermita de San Juan, podemos contemplar su belleza en la oscuridad de la noche. Por fin la electricidad llegó hasta allí.
Ha sido una obra subvencionada por la Excma Diputación de Badajoz, con un coste de 18.000 €
Para quien no sepa su historia, se trata de una ermita situada a las afueras del pueblo, junto al arroyo del Entrín. En sus alrededores aparecieron restos romanos, por lo que se cree que en principio fue una hacienda romana sobre cuyos restos D. Lorenzo Suárez de Figueroa, maestro de la Orden de Santiago y padre del primer Duque de Feria, mandó construir la ermita en honor a San Juan, patrón de la localidad. El escudo de los Suárez de Figueroa aparece en la entrada.
El edificio tiene arcos ojivales y pinturas del siglo XVII. De la misma época y anexa a la ermita se encuentra la plaza de toros, con una forma peculiar y considerada una de las más antiguas de la región.
Situada en la Cañada Real, tanto la ermita como las casas anexas eran utilizadas por los ganaderos, que recorrían la ruta de la Mesta, para descansar y en la plaza guardaban el ganado. La plaza se utilizaba también para el ganado en las distintas ferias y subastas que tenían lugar en La Parra.
Se trata de un edificio emblemático de nuestra localidad, muy conocido por los habitantes de las poblaciones de alrededor. Esperemos que la electricidad sea un primer paso en la restauración y mejor conservación de este conjunto histórico y su entorno.
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